Siempre con buena luz, unas pinzas limpias y, sobre todo, ninguna prisa, da forma a tus cejas teniendo en cuenta que deben tener la forma adecuada a tu cara, tus ojos y tu estructura ósea.
Lo ideal es limpiarlas sólo por la línea inferior y no tocar la superior para no cambiar su forma. Pero, en cualquier caso, muy poco a poco, quitando solo los pelitos que se vea que realmente sobran. ¡OJO! Cuando depiles las cejas con pinzas tirá del pelo en el sentido de su crecimiento, para no irritar la zona y evitar que aparezca un granito. Si no querés sólo limpiarlas, sino que tu intención es dejarlas perfectas, tenés que definir el arco. Para ello, para que no te pases ni te quedes corta y, sobre todo, para que la expresión de tu mirada lleve ojos y cejas en consonancia, es importante no cambiar la forma original. Esto es muy importante.
LO IMPORTANTE ES MEJORAR SU FORMA, NO CAMBIARLA
En cejas caídas: Eliminá los pelillos de los extremos y levantalas ligeramente con lápiz, notarás mayor alegría en tu cara.
En cejas muy redondas: Depilá los extremos, levantá y alargá, así no parecerás sorprendida.
En cejas demasiado rectas: Depilá un poco bajo el arco y en el extremo y tendrás una sensación ascendente más favorecedora.
