El rimmel es uno de nuestros grandes aliados para realzar las pestañas, mucho más si las tenemos cortitas. Como ya sabemos hay máscaras de pestañas que alargan, otras que dan volumen, algunas que nos dan mejor resultado y otras peor. Hoy sin embargo les traigo dos truquillos para realzarlas al máximo independiente de la calidad de la máscara que usen.
Para el primero necesitarán polvos sueltos y una borlita. Les recomiendo probarlo por la noche, ya que el efecto es demasiado fuerte para un look de mañana o tarde. Agarren la borlita de los polvos sueltos e impregnarla levemente en los mismos. Sacúdanla un poco para retirar el exceso de polvos y que queden los mínimos sobre la superficie de la borla. Apliquen la borlita (doblada en dos por la mitad para más facilidad) sobre la superficie de las pestañas.
Una vez hecho esto pueden aplicar el rimmel encima. Los polvos le darán más duración al producto sobre las pestañas, más fijación y además las alarga y hace mucho más gruesas a la vista. Eso sí, cuando tengan que desmaquillarse antes de acostares quizá les cueste un poco más, por lo que es conveniente que primero apliquen gel desmaquillante por toda la cara (párpados incluidos) y acaben la limpieza con desmaquillante de ojos específico.
El segundo truco lo descubrí por casualidad. Todas las que usen colirio de algún tipo o incluso lágrimas artificiales habrán visto cómo las pestañas quedan impregnadas y muy húmedas tras la aplicación. Además por su efecto quedan como “peinadas”. Bien, hay que aprovechar este hecho para aplicar inmediatamente la máscara de pestañas.
Aunque parezca mentira, el rimmel queda mucho más fijo y además quedan muy largas. Se ahorrarán, aparte, la parte del peinado de pestañas, para las que lo hagan, ya que el propio colirio las deja agrupadas y sólo se necesita el cepillo del rimmel y el rimmel en sí. Espero que estos dos consejillos les hayan servido y ya saben, pueden dejar sus experiencias al respecto en los comentarios.
